Raymundo Riva Palacio, renombrado editor y periodista, reflexiona sobre las razones por las que se negó a permitir una entrevista con El Chapo, uno de los peores narcotraficantes del cartel de Sinaloa en México
Hace una semana y media comenzó un debate en México apasionado, pero sin argumentos. El decano del periodismo mexicano, Julio Scherer, fue invitado por uno de los jefes de narcotráfico, Ismael “El Mayo” Zambada, porque, le dijo claramente, quería conocerlo. De su plática, Scherer reprodujo en su revista Proceso juicios de valor de Zambada, sin que le hiciera preguntas -de acuerdo con lo que difundió- sobre ningún tema que justificara el valor de esa charla. La forma chocó con el fondo, y se incendió la opinión pública en una discusión maniquea: golpe periodístico (por tomarse una fotografía con un sujeto buscado por el gobierno mexicano), o mensajero del narco (por difundir acríticamente su dicho). Sigue leyendo